En Encarto, California, las autoridades del condado de Yolo confirmaron el hallazgo de los siete cuerpos de las personas desaparecidas tras la explosión que sacudió la pequeña comunidad agrícola la semana pasada. El siniestro, originado en un almacén de fuegos artificiales, desató un incendio forestal que consumió cerca de 80 acres de terreno.
El estallido, ocurrido el martes, colapsó por completo la estructura del almacén, desencadenando múltiples incendios que se propagaron rápidamente por los campos agrícolas. Aunque dos personas resultaron heridas y recibieron atención inmediata, los cuerpos de los desaparecidos fueron recuperados después de intensas labores entre escombros y materiales peligrosos.
Las identidades de las víctimas aún no se han revelado, ya que se debe notificar primero a sus familias. Mientras tanto, los equipos especializados continúan trabajando para asegurar el área, donde aún existen restos explosivos que representan un peligro latente.
La compañía propietaria del almacén, Devastating Pyrotechnics, emitió un comunicado lamentando profundamente la tragedia y asegurando su cooperación con la investigación. Con más de 30 años de experiencia en el sector, la empresa ha retirado su página web tras el incidente, expresando: “Nuestros corazones están con aquellos que perdimos, sus familias y toda nuestra comunidad afectada”.
El incendio desatado por la explosión fue contenido antes de alcanzar zonas habitadas, pero causó daños considerables a cultivos y tierras agrícolas. Aunque las causas exactas del estallido aún no han sido determinadas, se investiga si hubo errores en el manejo o almacenamiento del material pirotécnico.
Ubicado a unos 64 kilómetros al noroeste de Sacramento, el condado de Yolo, conocido por su tranquilidad rural, se encuentra en duelo. Los residentes de Encarto aún no logran asimilar la magnitud de lo ocurrido, con testigos que describen una fuerte explosión seguida de densas columnas de humo visibles desde kilómetros de distancia.